La Magia de la Música y el Poder de la Escala Pentatónica

Dicen que la Escala Pentatónica la tenemos programada en nuestra mente, que con un par de notas somos capaces de completar toda la escala, incluso sin ser músicos o tener nociones de música. Que conecta las mentes de las personas de forma natural e instintiva, como si la lleváramos implantada en el ADN...

En 2009, el músico Bobby McFerrin (que muchos de vosotros conoceréis por su famosa canción "Don't Worry, Be Happy"), participó en el World Science Festival con la conferencia "Notas y Neuronas: En busca del Coro Común".

En el marco de este Festival, científicos, profesores de neurociencia cognitiva, músicos y demás participantes, hablaron sobre la importancia de la música y su relación con la ciencia y el cerebro.

Para demostrar cómo el cerebro humano es capaz rápidamente de asimilar la escala pentatónica, Bobby McFerrin realizó un espontáneo ejercicio con la audiencia, dejando perplejos a todos los que se encontraban en dicha conferencia. Os invito a que lo veáis, son tres minutos increíbles. (Ver Vídeo)

Bobby McFerrin durante su intervención

"Lo interesante de esto, es que no importa dónde me encuentre, sea donde sea, cualquier audiencia entiende la escala pentatónica por alguna razón", explica al final de la demostración.


Nuestra  respuesta musical por lo tanto, ¿es innata o está culturalmente determinada? Por lo que puede apreciarse en este "experimento", la reacción al ritmo y la melodía es algo ancestral, quizá por eso llamamos a la música "el lenguaje universal", aunque haya posteriormente diferencias culturales que van adquiriéndose durante las distintas etapas del crecimiento humano y en base a dónde vivimos y lo que nos rodea.

El vínculo que tenemos con la música, a diferencia de otros ámbitos en los que los humanos aplicamos la creatividad, es también físico. Las ondas que emite cualquier forma de música chocan con nuestro cuerpo en un proceso físico. Mientras que la pintura, por ejemplo, te tocará o no dependiendo de tu sensibilidad, las vibraciones de las ondas sonoras impactan con tu cuerpo, tengas o no esa sensibilidad.

Aquí os dejo un vídeo de nuestra perrica Annie disfrutando verdaderamente de la música cuando suena "en directo" y corroborando quizá lo antes expuesto.

Aunque cuando escucha música a través de otros dispositivos (radio, televisión...), muestra curiosidad y mueve las orejas, no es hasta que alguien toca el piano (en este caso mi hijo Dani) cuando "canta"... quizá por lo del impacto de las ondas y vibraciones sobre su cuerpo o simplemente porque el poder de la música es algo mágico capaz de llegar a todos los corazones.








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